viernes, 24 de septiembre de 2010

El abecedario de un Colegio Sustentable

Un ABC de colegios sustentables

Puede ser tan simple como reciclar, o tan complejo como trasladar la clase al aire libre. Los Colegios del Mundo del IB están tomándose en serio los temas del medio ambiente, como descubre Katie Jacobs mientras recoge los casos más brillantes. Prepárese para sentirse inspirado…
Un ABC de colegios sustentables

A

“Contemplar las nubes. Escuchar los pájaros. Ensuciarse...” Barbara Roether, profesora de humanidades en el Pacific Rim International School de California (EE. UU.), enumera las enriquece-doras experiencias que sus alumnos viven fuera del aula, gracias a la colabo-ración con una granja de la zona. Los alumnos visitan cada semana sus instala-ciones y experimentan de primera mano con la agricultura sustentable, plantando, sembrando y cosechando. Por el perfil urbano de los alumnos, estas experiencias les sirven para valorar un estilo de vida muy alejado del suyo. “Así pueden apreciar el trabajo que otras personas realizan para llevar a las ciudades los productos que consumen cada día”, afirma Barbara.

B

Time at the seaside is more than just a simple pleasure – beaches are a great place to promote sustainability. Cada minuto se utilizan en el mundo un millón de bolsas de plástico. La mayor parte no son biodegradables y casi nunca se reutilizan. Los entusiastas alumnos del American International School de Bucarest (Rumanía) se han sumado a la campaña de Jane Goodall “Campaña para la reutilización de las bolsas” para animar a sus conciudadanos a no tirar las bolsas reutilizables. Es un concepto pionero, ya que en la zona de Bucarest en donde viven no existe en la actualidad ningún centro de reciclaje. Para conseguirlo, han confeccionado carteles para el colegio y diseñado y vendido bolsas de tela. “Si los estudiantes animan a la gente a reflexionar antes de usar una bolsa de plástico, el proyecto habrá sido sin duda un gran éxito”, afirma la profesora Janice Myles.

C

¿Sabe cuál es la huella de carbono de su colegio? En el International School Bangkok de Tailandia un intrépido grupo de alumnos de ciencias recabó los datos y descubrió que el colegio generaba 7.400 toneladas métricas al año. “No nos sorprendió tanto el volumen”, afirma la coordinadora de CAS Christine Tananone, “como el hecho de que el transporte aéreo fuera el principal culpable”. Los alumnos recomendaron reducir los viajes al extranjero con ocasión de eventos deportivos y programas de aprendizaje. Además, se instalaron aparatos de aire acondicionado y luces de bajo consumo, que permitirán recortar las emisiones un 30%. En toda la comunidad del IB se están reproduciendo iniciativas similares. El IB depende de las personas, por lo que los viajes siempre serán necesarios, aunque debemos minimizar su frecuencia e impacto. La formación en línea de los nuevos examinadores en la primavera de 2009 permitió ahorrar 8.740 tm de CO2 (equivalente a 38.700 horas de vuelo), y las reuniones de estandarización para examinadores experimentados del pasado verano, también virtuales, permitieron ahorrar 342 toneladas en vuelos a Cardiff (Reino Unido). Además, la conferencia regional Asia-Pacífico del IB celebrada en 2009 en Pekín (China) fue la primera neutra en carbono, gracias a los hoteles ecológicos, el uso racional del papel y la reducción de la huella de carbono en los desplazamientos de los participantes.

D

Desarrollar un ecosistema para la pesca es tarea de científicos y políticos. Sin embargo, los estudiantes del American International School de Lusaka (Zambia) han recopilado y analizado datos que pre-sentarán ante el Ministerio de Pesca del país y que ayudarán a determinar las mejores épocas de pesca y los volúmenes máximos. “El pescado es una de las princi-pales fuentes de proteínas de los zambianos”, explica el profesor François de Ryckel. Un modelo de pesca sustentable es vital.

E

Gracias al ecoturismo, los futuros viajeros del Mexico City College serán más responsables. A través de varios viajes, los alumnos han descubierto culturas totalmente diferentes, lo que les permitirá elegir opciones más sustentables cuando viajen. “Son viajes de estudios”, cuenta Elynn Vázquez, coordinadora del Programa del Diploma del IB. Entre los destinos destacan un centro de investigación de energías alternativas y una comunidad indígena autosuficiente.

F

A diferencia de flashmobs alocados, los estudiantes de St John’s de Wiltshire (Reino Unido) aprovecha­ron su poder de convocato­ria para “animar” al premier británico Gordon Brown a acudir a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en Copenhague. Así, aunaron esfuer-zos con otros jóvenes de todo el mundo para hacer un llamamiento al líder de su país: 33 estudiantes llamaron por teléfono a Downing Street a la misma hora, y, el mismo día Brown confirmó su asistencia al encuentro.

G

El Yew Chung International School de Shanghái (China), para luchar contra el gasto, organizó un gran desfile de moda ecológico, con prendas hechas a partir de tapones de botella, filtros de café y corchos. “Las prendas recuerdan el reciclaje”, cuenta la profesora de arte Daun Yorke, que subraya que en Shanghái son los basureros los que clasifican los residuos, y no las familias, por lo que los estudiantes a menudo no son conscientes de su papel.

H

Aunque el curso de Sis­temas Medioambienta­les y Sociedad del Programa del Diploma del IB ayuda a transmitir el mensaje ecológico a miles de estudiantes, los enfoques  holísticos son la mejor garantía para aprender a pensar en verde. Tanto a través de la reflexión sobre el precio económico de la contaminación como del análisis de ecopoemas en las clases de lengua, la clave del éxito está en el contexto, según Malcolm Nicolson, jefe de desarrollo del PAI: “Cada año, en todos los puntos del currículo, los estudiantes deben abordar temas vinculados al medio ambiente. El cambio empieza en clase, planteando temas que estimulen a los alumnos y que los animen a intervenir”.

I

Convertir los desperdicios en arte interactivo es la forma más creativa de invitar a los estudiantes a reflexionar sobre la cantidad de objetos que acumulamos. Donnah Ciempka, profesora de Arte de la Western Academy de Beijing (China), cuenta su estrategia: “Al principio estaban entusiasmados con la idea de hacer añicos sus viejos aparatos, pero luego vieron que podían utilizarlos para hacer algo diferente, a través del arte”. El Northfields International High School de Mauricio le añadió un toque competitivo con un concurso de arte con botellas de plástico.

J

Los estudiantes de Tailan-dia han decidido actuar juntos.  “Salvar el planeta no tiene por qué ser abu-rrido...”, afirma Karan Khanijou, del British International School de Phuket. El Siauliai Didzdvaris Gymnasium de Lituania, por su parte, dis-pone de un Green Subma-rine Club: “El medio ambiente es demasiado importante como para trabajar solos”, dice Donara Barojan.

K

El Silver Oaks School de Hyderabad (India) ha apostado por “perder kilos”  para reducir su impacto medioambiental. La directora, Seetha Murty, explica que la filosofía, basada en diferenciar entre necesidad y deseo, forma parte del currículo desde hace tres años. “Es tan importante preservar los recursos como evitar comprar objetos innecesarios”. Entre las claves, destaca el reciclaje integral, la apuesta por los regalos sustentables y las conferencias acerca de los riesgos de las compras compulsivas”, cuenta Seetha.

L

Todos somos conscientes de la importancia de aprender también fuera del colegio, pero el Upper Canada College de Toronto lo interpreta de forma literal y ha decidido construir una clase al aire libre. Un nuevo anfiteatro-clase en el patio del colegio servirá para atraer la presencia de animales, mejorar el drenaje y construir un cercado ecológico “vivo” con paneles solares. Habrá un área resguardada para leer e impartir clases y las verduras que se plantarán alrededor de la clase proporcionarán alimentos nutritivos. Por su parte, el American School de París dispone de estanque, huerto y un jardín de mariposas, gracias a los cuales los estudiantes pueden trabajar mejor la ecología y las ciencias ambientales.

M

“Creemos que los medios de comunicación son fundamentales para transformar las actitudes”, afirma Jesús Ortiz, responsable de Inglés en el Gimnasio del Norte de Bogotá (Colombia), al explicar por qué sus estudiantes participaron en una emisión por radio de 24 horas titulada “Hablamos en nombre del planeta”. Refle-xionando sobre temas medioambientales, los presentadores animaron a la audiencia a plantar un árbol y enviarles una foto. “La idea es generar un debate internacional y difundir nuestras ideas”, afirma Jesús. Invitando al mundo a escucharlos, tal vez su deseo se haga realidad.

N

El Parque Nacional de Sperrgebiet es una de las reservas más protegidas de Namibia. Los alumnos del IB del Windhoek Interna-tional School pudieron recoger muestras, limpiar bosques y pintar un centro de investigación, durante un viaje para estrechar lazos con la  naturaleza. “El medio natural es la esencia de un país”, afirma la profesora de biología Sue Huck.

Ñ

Apreciar la diferencia y lo local, es un importante paso para aprender a respetar y cuidar del medio ambiente. La educación internacional que promueven los Colegios del Mundo del IB insiste en fomentar una actitud de tolerancia, solidaridad y respeto por otras culturas.  La letra ñ puede servir de símbolo de este empeño. Al fomentar el respeto y la conservación de las diferencias culturales también se está fomentando el valor del cuidado y respeto por los variados ecosistemas del planeta. No existe mejor manera de ver este abecedario en acción que visitar communitytheme.ibo.org  y ver cómo colaboran y contribuyen los colegios.

O

Conseguir que los alumnos vean el mundo desde otra perspectiva es un objetivo fundamental. Con más de 4.000 estudiantes inscritos en el curso de Sistemas Medioambientales y Sociedad (EES), la curiosidad por este tema no deja de crecer. Tras la prueba piloto iniciada en 2001, el curso de EES se integró definitivamente en el currículo en 2008, con el objeto de ofrecer a los alumnos una perspectiva coherente sobre la interacción entre el medio ambiente y las sociedades y enseñarles a evaluar los problemas desde perspectivas científicas, sociopolíticas, económicas y éticas.

P

Un día en la playa puede fomentar la sustentabili-dad. Recogiendo desperdi-cios en la Costa Brava, los alumnos del American School de Barcelona (España) llenaron más de 40 bolsas en tres horas. Según la profesora Victoria Cole: “Los alum­nos reflexionaron y los usuarios de la playa reflexio­naron sobre los desperdicios”. Quince alumnos y dos profesores del West Island School de Hong Kong participaron en un estudio para analizar los residuos hallados en el agua y las playas, para ayudar las organiza­cio­nes de la zona a abordar las tareas de limpieza.

Q

En el American School de Puebla (México) querer es poder. El colegio se estrenó en el reciclaje hace 20 años con una caja en cada aula. Los miércoles llega el “día del reciclaje” y las familias llevan al cole­gio sus residuos. El colegio dispone de una máquina que permite a los alumnos elaborar su propio papel reciclado. Teresa Concha, la coordinadora medioambiental, comenta que los ex alumnos que han formado sus propias familias no pierden ocasión de mostrarles su agrade­cimiento por haberles transmitido la concien­cia ecológica desde tan temprana edad.

R

Podemos reutilizar el agua y la luz del sol para conseguir suficiente energía para que funcione el colegio. El Anglo-American School de Sofía, Bulgaria, tiene un campus tan sustentable que fue nombrado el edificio más ecológico del país. Las aguas residuales se filtran y, mezcladas con el agua de lluvia, se utilizan para regar los campos. El agua de los baños y la calefacción se calienta con paneles solares, mientras 68 claraboyas y 40 ventanas maximizan la luz natural.

S

“Sustentabilidad es más que reducir, reutilizar y reciclar”, dice Marcia Behrenbruch, directora adjunta del campus en St Leonard’s College, Melbourne, Australia, y por esto el colegio ha creado su propia filosofía sustentable.  Inspirada en las “disposiciones de pensamiento” de la Universidad de Harvard, consiste en cua­tro “anillos” de sustentabilidad: natural, personal, urbano-tecnológico y socio-cultural. Cada uno viene con pre­­gun­tas guía, para que los alumnos puedan estructurar el aprendizaje. Las preguntas basadas en los anillos ayudan al razonamiento filosófico y promueven que los alumnos “piensen sus acciones en el contexto de la salud del planeta”. Los anillos son visibles a través del colegio y las planificaciones se pue­den ver al preguntar al profesor cómo una unidad desarrollará la compresión de la sustenta­bilidad. “Queremos que la sustentabilidad sea un objetivo para toda la vida y no solo una consigna”, dice Marcia.

T

La poeta americana Lucy Larcom escribió: “El que planta un árbol, planta una esperanza”. Los alumnos de Auckland International College, Nueva Zelandia, plantaron más que 10.000 árboles en la ciudad durante cinco años. Es una muestra de su dedicación, de acuerdo con la profesora de Geografía Karen Lile, quien dice que aunque significa perder un fin de semana, todos los alumnos corren a apun­tarse para plantar. “Les encanta trabajar en la comunidad y ensuciarse las manos”.

U

Los mangles tienen una gran utilidad ecológica. Una hectárea de mangles consume 1.5 toneladas métricas de carbono al año. El Renaissance College en Hong Kong ha decidido crear un proyecto de plantación acuático de mangles en la costa en Starfish Bay para compensar su huella de carbono. El alumno Louis Kang, quien pensó el plan, explica: “Crear un ecosistema de manglares es una buena manera de combatir el cambio climático”.

V

“Piensa ecológicamente, actúa ecológicamente”, es la declaración de principios del Colegio Franklin Delano Roosevelt en Lima, Perú, y para comunicar el mensaje, el equipo ecológico ha comenzado una conversación virtual en un blog. “Lo organizamos como una manera ecológica de mantener a nuestra comunidad informada sobre nuestros objetivos”, dice el coordinador de comunicaciones Mary Nakada.

W

El Children World Academy en Quebec, Canadá, está utilizando abono orgánico para asegu­rarse de que la basu­ra de hoy alimenta las verduras del mañana. “Como muchas familias tienen sistemas de abono en casa, fue un desarrollo natural”, dice el director David Meloche. Los restos de comida se envían a un contenedor exterior para convertirlos en abono, y cada clase tiene su contenedor para los restos de comida.

X

El curriculum del IB promueve que los estudiantes sean xenófilos y el Osaka International School (OIS), Japón, ha asumido la filosofía estableciendo una colaboración con SMK Payangan High School en Bali. Los alumnos están recaudando fon-dos para establecer una escuela de forma-ción sustentable, que funcione únicamente con energía renovable. Pero las ganancias son más que financieras, los alumnos visitan los países de los colaboradores para participar en proyectos del medio ambiente y aprender sobre otras culturas.

Y

Los estudiantes del Western Hills School en Texas, EE. UU. solicitaron una subvención para crear un programa de reciclaje y los servicios de medio ambiente de Fort Worth les dieron 1.500 dólares. El colegio no contaba con un proyecto de reciclaje, para consternación de la alumna Kim Riddle, quien escribió la petición. Conscientes de que lo importante era actuar “ya”, ahora se puede encontrar una papelera dedicada únicamente al papel en cada clase”.

Z

En el International School of Bogor, Indonesia, las clases comparten el espacio con gatos, perros, peces, caballos, insectos y una cacatúa, todos habitan una especie de mini zoológico, o zona de múltiples espe-cies. Clubs extraescolares promueven que los alum­nos pasen tiempo con los animales. Como coordinadora del PEP, Muria Roberts dice: “Necesitamos enseñarles como compartir la Tierra y sus recursos con otras especies, además de con otros seres humanos”.

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