sábado, 13 de noviembre de 2010

PSICOPEDAGOGÍA - EL ARTE DE SABER GUIAR AL EDUCANDO Y EL EDUCADOR POR CAMINOS EMPEDRADOS DE BRILLANTES.


PSICOPEDAGOGÍA - EL ARTE DE SABER GUIAR AL EDUCANDO Y EL EDUCADOR POR CAMINOS EMPEDRADOS DE BRILLANTES.

Albertina Celina de Mattos Chrain

Es difícil para algunas personas a entender el verdadero significado de la palabra "psicopedagogo," creo que se confunde con la palabra psicólogo, pedagogo o "psicoalgunacosamas", etc. ...

Habiendo ejercido desde hace unos años mi elección profesional, no tengo duda alguna de que se trata de una necesidad del mercado y de que es muy fácil de separar esos profesionales y sus verdaderas atribuciones.

No veo en ningún momento, motivos para que nos confundan o dejarnos confundir. Debe quedar claro que somos una clase que trabaja con los escolares del área, con las dificultades de aprendizaje, los conflictos de padres y escuelas, alumnos y profesores, los alumnos y las clases, adaptaciones, inclusiones, evasiones, aprobaciones, prácticas pedagógicas, dificultades, marginalización y socialización. Aprovechamos la oportunidad de aprendizaje de los niños, respetando sus límites y sus necesidades, trabajando la conciencia de ciudadanía y su responsabilidad por sus acciones y resultados. Trabajamos como mediadores, compartiendo la culpa, somatizando valores, y respetando los límites de cada niño. El Pedagogo debe mantener el orden de una escuela, las frecuencias, las evaluaciones, reuniones, consejería, referencias, el mantenimiento de las aulas, de canchas, etc. ...Un psicopedagogo entiende las razones por las que ciertos estudiantes no están siguiendo su historia escolar y buscar una manera de intervenir para que la vida escolar sea una cosa placentera y no un sacrificio. A través de investigaciones, evaluaciones y acciones que envuelvan a escuelas, maestros, padres y estudiantes pueden obtener excelentes resultados en el aumento de nuestros clientes.

Trabajamos en una comprensión de que el estudiante tiene 11 años de vida escolar obligatoria, y si les transforma la vida escolar en sacrificio con certeza tendrá más molestias que placer. También trabajamos para educar a los docentes sobre el importante papel que tiene dentro de la clase para transformar el aprendizaje en un acto de placer o un sacrificio.

No podemos permitir que nuestro trabajo debe ser confundida con otras profesiones. Surgimos de una necesidad que nos obliga a tener un amplio conocimiento de las leyes de educación, los derechos y deberes de los estudiantes y profesores, los derechos y deberes de los padres y las escuelas, comportamientos, las causas y efectos. Se analiza la escuela como un proveedor de servicios, servimos de apoyo al maestro que encuentra en el aula a un alumno que no dispone del mismo tiempo para aprender que el resto de la clase. Escuchamos las palabras de profesores y estudiantes, cuestionamos la postura correcta y las razones de cada una de las partes, minimizamos los problemas para maximizar las soluciones. Analizamos las líneas de pensamiento de cada parte implicada y sensibilizamos, buscando razones para cierto comportamiento, evaluamos la forma de  aprendizaje de cada niño y los forma de transmisión de conocimientos de cada docente.

Como profesional he estado revisando la gran necesidad que las escuelas tienen de nuestro trabajo. Un trabajo neutral en el que podemos evaluar cada caso sin que para ello tengamos que ver solamente al estudiante como la parte que precisa la orientación. Me preocupo por las escuelas, maestros, padres y alumnos, y algunos clientes que vienen a mi "Sala de Juegos" buscando de soluciones para transformar el acto de aprender o la transferencia de conocimiento, o la orientación en un juego agradable. Tengo clientes referidos por psicólogos, neurólogos y otros a los que encamino para diversas profesiones.

Me llegan niños con un diagnóstico de la hiperactividad, otros con dislexia u olvidadizos, incapaces de almacenar conocimiento. A través de la evaluación percibo que el hiperactivo delante de una actividad que le da placer es capaz de permanecer más de cinco minutos interesado en la actividad, en cuanto a los disléxicos veo que escriben o leen pero más lentos, los olvidadizos son capaces de cantar el himno completo su equipo favorito o música de sus bandas favoritas, en cuanto a los indisciplinados percibo que si les mirándole a sus ojos con firmeza y sinceridad tengo un compañero cómplice para una charla larga.

Nosotros los psicopedagogos, llegamos para desetiquetar o desestigmatizar, enseñando técnicas de memorización, asociación, trabajando las percepciones, valorizando al profesor. Llevando al maestro, a la escuela y a los padres a codificar si lo que está pasando con el alumno es una causa o una consecuencia.

Nosotros ya estamos reconocidos en el mercado de trabajo, ya que somos necesarios, y esto se evidencia por el creciente número de personas que acuden a nosotros en busca de ayuda en ese momento tan complejo y seductor como lo es nuestra actualidad y nuestra realidad social y consecuentemente escolar.
En cuanto a las interrogaciones que surgen acerca del actuar  psicopedagógico, basta entender que no nos quedamos en los exámenes sino en evaluaciones de actitudes y comportamiento para el engrandecimiento del ser humano. Al socializarlo, llevándolo a su potencial, sin confundirnos con su profesor particular a menudo necesitamos enseñar las técnicas que pueden ayudar a comprender el contenido; sin confundirnos con el psicólogo, pero siempre necesitamos usar mucho la psicología para comprometer la las partes. Para hacer uso de la psicología no tenemos que ser psicólogos, basta saber ser humano. Ser psicopedagogo es comprender sus límites y saber encaminar cada caso a su respectivo profesional, sea un psiquiatra, neurólogo, fonoaudiólogo, logopeda, oftalmólogo, otorrinolaringólogo, psicólogo, terapeuta, etc. ... Ser psicopedagogo es a menudo no necesitar ninguno de estos profesionales sino una conversación cortés con la escuela que nos permita un acercamiento entre profesor y el alumno, la escuela y los padres, lo que nos trae grandes resultados. Ser psicopedagogo es tener al niño como cliente, es ser neutral, no portar la camisa de la escuela ni envolvernos con el discurso de los padres.

Ser psicopedagogo es guiar a los adolescentes, niños, padres y la escuela en esta tarea dulce ya la vez tan difícil de la enseñanza y el aprendizaje, en un acto de responsabilidad, para elevación del ser humano y no en su marginalización. Marginar es jugar para los laterales,  para los márgenes, quitar del centro. La socialización es traer al primer plano, colocar en el centro. Y en nuestro sistema, se puede muy fácilmente marginar a un niño cuando simplemente se etiqueta como disléxico, indisciplinado, hiperactivo, inadaptado o delincuente, cuando en realidad sólo se requiere de un tiempo o de una atención especial a la enseñanza formal o su comportamiento puede ser incluso un ajuste de personalidad o alguna situación que está viviendo y la única manera que esto tiene de expresarse es  manifestándose en la vida escolar.

      Tengo clientes referidos por otros clientes, niños que vienen a mí escondidos de los padres para pedir ayuda, niños pidiendo ayuda para otros niños con el miedo a los adultos. Por ahí ya veo la necesidad urgente que tenemos que ser reconocidos en el mercado de trabajo para que en un proceso de alianza multidisciplinaria podamos comprometernos a guiar a estos niños y jóvenes en el gustoso arte del aprendizaje.

      La psicopedagogía es el arte de saber guiar al educando y el educador por caminos empedrados de brillantes.




ORIGINAL EN PORTUGUES:
PSICOPEDAGOGIA - A ARTE DE GUIAR EDUCANDO E EDUCADORES POR CAMINHOS LADRILHADOS DE BRILHANTES
Albertina Celina de Mattos Chrain
Torna- se difícil para algumas pessoas entenderem o verdadeiro significado da palavra “psicopedagogo”, acreditam que se funde com a palavra psicólogo, pedagogo ou “psicoalgumacoisa”, etc...

 Exercendo há alguns anos minha opção profissional, não tenho dúvidas alguma que se trata de uma necessidade de mercado e que é muito fácil separar esses profissionais e suas verdadeiras atribuições.

Não vejo em nenhum momento, motivos para nos confundirem ou nos deixar confundir. É preciso deixar bem claro que somos uma classe que trabalha com a área escolar, com as dificuldades de aprendizagens, os conflitos pais e escolas, alunos e professores, alunos e turmas, adaptações, inclusões, evasões,  aprovações, ações pedagógicas, dificuldades, marginalizações e socializações. Levamos a possibilidade de aprendizagem à criança, respeitando seus limites e suas necessidades, trabalhando a conscientização de cidadania e sua  responsabilidade pelos seus atos e resultados. Trabalhamos como mediadores, dividindo as culpas, somatizando os valores, e respeitando os limites de cada criança. Ao Pedagogo cabe manter a ordem de uma escola, freqüências, avaliações, reuniões, orientações, encaminhamentos, manutenção em sala de aula, no pátio, etc...

Ao psicopedagogo cabe entender os motivos que levam determinado aluno a não estar acompanhando sua história escolar e a buscar uma forma de  intervir para que a vida escolar seja uma coisa prazerosa e não um sacrifício. Através de pesquisas, avaliações e ações que envolvam escolas, professores, pais e alunos podemos obter resultados maravilhosos na ascensão de nossos clientes.

Trabalhamos na conscientização de que o aluno terá 11 anos de vida escolar obrigatória, e se eles transformarem a vida escolar num sacrifício com certeza  terão  mais incômodos que  prazer. Trabalhamos ainda em conscientizar o professor no papel importante que ele tem dentro de sala de aula ao   transformar o aprender em um ato de  prazer ou num sacrifício.

Não podemos permitir que nosso trabalho se confunda com outras profissões. Surgimos de uma necessidade onde nos obriga a ter um vasto conhecimento de leis de ensino, direitos e deveres de alunos e professores, direitos e deveres de pais e escolas, comportamento, causas e efeitos. Analisamos a escola como prestadora de serviço, servimos de apoio ao professor que encontra na sala de aula o aluno que não  dispõem do mesmo tempo de aprendizagem do resto da turma. Ouvimos as falas de professores e alunos, questionamos a postura adequada e as razões de cada uma das partes, minimizamos os problemas a maximizamos as  soluções.  Analisamos as linhas de pensamentos de cada parte envolvida e sensibilizamos, buscando razões para determinado comportamento, avaliamos a forma de aprendizagem de cada criança e a forma de transmissão de conhecimento de cada professor.

Como profissional venho verificando a grande necessidade que as escolas  têm de nosso trabalho. Um trabalho neutro onde podemos avaliar cada caso sem que para isso  precisamos ver somente o aluno como  a parte precisada de orientação.  Sou procurada por escolas, professores, pais e alunos, e alguns clientes chegam a minha “Sala de Brinquedos” buscando soluções para transformar o ato de aprender ou de transferir conhecimento ou guiar, numa gostosa brincadeira. Tenho clientes indicados por psicólogos, neurologistas e outros que eu encaminho para diversos profissionais.

Várias crianças me chegam com diagnósticos de hiperatividade, outros de dislexias ou desmemoriados, incapazes de armazenar conhecimentos. Através de avaliação percebo que o hiperativo diante de uma atividade que lhe da prazer é capaz de ficar mais de cinco minutos interessando na atividade, quanto ao dislexo vejo que escreve e lê porem mais lentos, os desmemoriados, são capazes de cantar todo o hino de seu time preferido ou musicas de suas bandas preferidas , quanto aos indisciplinado percebo que se falo olhando em seus olhos com firmeza e candura terei um companheiro de longo papo e cumplicidade.

Nós psicopedagogos, chegamos para desrotular, ou desestigmatizar, ensinando técnicas de memorização, associação, trabalhando as percepções, valorizando o professor. Levando o professor, a escola e os pais a codificar se o que esta se passando com o aluno é uma causa ou conseqüência.

Já somos reconhecidos no mercado de trabalho, já nos fazemos necessário, e isso é  comprovado pelo número cada vez maior de pessoas que nos procuram,  para uma  ajuda  nesse momento tão complexo e sedutor que é a nossa atualidade e a nossa realidade social e conseqüentemente escolar.

 Quantos as interrogações que surgem sobre o atuar psicopedagógico, basta entender que não nos detemos em teste e sim em avaliações das posturas e comportamento para o engrandecimento do ser humano. Sociabilizá-lo, aproximá-lo de seu potencial, sem nos confundir com o professor particular, mas muitas vezes precisando ensinar técnicas que possam colaborar no entendimento do conteúdo; sem  nos confundir com o psicólogo, mas sempre necessitando usar de muita psicologia para comprometer as partes envolvidas. Para se usar de psicologia não precisamos ser psicólogos, basta saber ser humano. Ser psicopedagogo é entender de seu limite e saber encaminhar cada caso a seu respectivo profissional, seja ele, psiquiatra, neurologista, fonoaudiólogo, oculista, otorrino, psicólogo, terapeuta etc... Ser psicopedagogo é muitas vezes não precisar de nenhum desses profissionais e uma educada conversa com a escola  onde nos possibilite um aproximação entre professor e aluno escola e pais, já nos traz grandiosos resultados. Ser psicopedagogo é ter a criança como cliente, é ser neutro, não vestir a camisa da escola ou nos envolver com o discurso dos pais.

      Ser psicopedagogo é guiar o adolescente, a criança, os pais e a escola nessa doce e ao mesmo tempo tão difícil tarefa de ensinar e aprender, num  ato de responsabilidade, de elevação do ser humano e não na sua  marginalização. Marginalizar é jogar para a lateral, para as margens, tirar do centro. Sociabilizar é trazer para o centro, colocar no meio.  E o nosso sistema, pode com muita facilidade marginalizar uma criança quando simplesmente a rotula como dislexo, indisciplinado, hiperativo, desajustado ou delinqüente, quando na verdade esse apenas necessita de um tempo ou uma atenção especial para o ensino formal ou o seu comportamento pode ser ainda um ajuste de personalidade ou ainda alguma situação que este esteja vivendo e a única forma que este tem para extravasar seria se manifestando na vida escolar.

      Tenho clientes indicados por outros clientes, crianças que me procuram escondidos dos pais para pedir ajuda, crianças pedindo socorro para outras crianças com medo dos adultos. Por ai já vejo a necessidade urgente que temos de ser reconhecido no mercado de trabalho para que num processo de aliança multidisciplinar nos possamos nos comprometer  a guiar essas crianças e jovens na gostosa arte de aprender.

      A psicopedagogia   é a arte de saber guiar o educando e o educador por  caminhos ladrilhados de brilhantes
"El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender esta tratando de forjar un hierro frío".
Horace Mann


El maestro mediocre...
 dicta,
El buen maestro...
explica
El maestro inteligente...
demuestra
El gran maestro...
! Inspira !
 
Willian Arthur Ward

domingo, 7 de noviembre de 2010

Cambios en reglas del Español...

Después de haber penado durante nueve años en el purgatorio, la ch y la ll serán definitivamente eliminadas de los diccionarios castellanos, a partir de la publicación de la nueva Ortografía de la lengua española, un volumen de ochocientas páginas editado por Espasa con el espaldarazo de las veintidós academias de la lengua, que estará en venta a partir de diciembre...

Castellano - La Página del Idioma Español = El Castellano - Etimología - Lengua española

Pequeña Historia de Venezuela