Mi agradecimiento a CARLOS ANDRÉS PÉREZ
Quiero aprovechar la versatilidad y universalidad de las Redes Sociales para dar a conocer mi agradecimiento a Carlos Andrés Pérez. Aunque ahora es de manera póstuma, ya lo hice una vez de manera personal cuando se encontraba preso en su residencia como cárcel obligatoria.
Soy de los que piensa que la pobreza realmente es una actitud ; se dice que “el rancho se lleva es en la cabeza”. Aclaro que provengo de una familia más bien de limitados recursos económicos: un padre, Suboficial de la Marina de Guerra, fallecido prematuramente a mis 18 años cuando recién terminaba mi bachillerato y una madre, del hogar, casada a la edad en la que muchas aun juegan con sus muñecas (15), quedando sola con una “pensión de sobreviviente” criando cuatro varones (de los que soy el menor) y una hembra.
Una vez graduado de Profesor de Química, fui contratado en 1978 por el Instituto Universitario de Tecnología de Valencia (IUTVAL). Allí se me ofreció la posibilidad de optar a una beca “Mariscal de Ayacucho” para mejorar mi preparación en el área de Química y ofrecer un mejor desempeño profesional. Así lo hice y junto a la que seguidamente se convirtió en mi esposa, realicé estudios de cuarto nivel en la prestigiosa Temple University de Philadelphia, Pennsylvania (USA).
Desde mi regreso, en 1982, me he desempeñado en diversos roles educativos que me han permitido compartir mis conocimientos con miles de estudiantes tanto del IUTVAL como de la Universidad de Carabobo, así como del Colegio Juan XXIII.
A mi juicio esa ha sido la mejor demostración de la Siembra del Petróleo que tanto pidió Arturo Uslar Pietri, entre otros. Fuimos cientos, miles los venezolanos beneficiados por FUNDAYACUCHO que de otra manera hubiese sido imposible salir de nuestro país para una mejor preparación académica y profesional. ¿Hubo errores? Si. ¿Hubo quienes se quedaron fuera? Si. Particularmente pienso que el porcentaje es menor de lo que se especula. Sin embargo, la pérdida y fuga de talentos habida en esta última década por las razones harto conocidas carece de parangón histórico.
El agradecimiento que siempre he profesado a CAP por la oportunidad de crecimiento profesional de primer mundo dado a venezolanos que supimos retornar lo aprendido debe ser similar a la recibida por los actuales dirigentes gubernamentales. La diferencia es que quienes agradecen ahora son ciudadanos y gobernantes de otros países, incluyendo los desarrollados; ya que son los beneficiarios del talento venezolano que ha emigrado en búsqueda de las oportunidades que nuestro propio país les niega y que aquellos inteligentemente están aprovechando…
Gracias Carlos Andrés Pérez y que en paz descanse tu alma…
Prof. Jorge Luis Bolívar
C. I. 4.819.205
